Este sábado necesitaba navegar en solitario, debía acomodar algunos trapos en mi cabecita y para eso nada mejor que el contacto con la naturaleza en soledad.
Con el Gualeguaychú desbordado y los caminos de tierra intransitables para llegar a otras zonas, decidí zarpar desde el puente Méndez Casariego, (La Balsa).
Lo primero que hice fué cruzar el río e introducirme en el parque grande, en el "descubrí" un monumento que esta ahí desde hace un montón de años, me llamaron la atención la cantidad de grafitis que ciertos estupidos han dejado en el, pero no me detuve a verlos, si lo escrito en bajo relieve por su autor.
Luego crucé nuevamente hasta la otra orilla y me introduje entre el monte de sauces del camping, recorri tranquilamente una parte de este y seguí entrando sobre lo que tendría que ser tierra firme, hoy cubierta por el agua.
Luego de esto retomé el río por su margen izquierda, reme despacio, tratando de descubrir entradas y arroyos que generalmente estan tapados cuando el rio está bajo.
Mirando el cielo noté que la lluvia se acercaba, por lo que busqué un lugar de desembarco y armé una capa tipo poncho con una bolsa de naylon, (idea tomada de Marcelo Farías), luego me subi a la nave y salí aguas arriba.
A la hora del almuerzo elegí un sauce que estaba entre el agua y amarré mi kayak a el. Procedí a "elaborar" unos sánwich y los deboré réponiendo asi las energías.
Llegué hasta el balneario Puertas Del Sol, el que esta inundado, frente a el pude ingresar en un arroyo limpio y bastante ancho. En el que pude ver una nutria o lobito de río, se movió muy rápido por lo que no me resultó facil distinguirlo, luego salí al río y volví a ingresar en una parte inundada del monte que está llegando a la ruta que nos conduce al puente internacional.
En este monte pude observar muchas aves, hormigas tratando de sobrevivir y hasta un par de sábalos con sus bocas fuera del agua.
Fueron 16,6 kilómetros y 4:20 hs.
En esta oportunidad me habia propuesto conocer un poco mas mi nave, por lo que no utilicé el timón en ningun momento, ademas iva con todo el tiempo del mundo para provar cosas sobre la nave.
Fué un paseo muy agradable, espero poder repetirlo, en este u otro lugar. Lo importante es ir sin tiempo y con la única meta de explorar lugares nuevos, sin correr contra el reloj.
A la distancia la catedral de Gualeguaychú
Puerto de Gualeguaychú inundado
La reina del monte negro
Una hoja mostrando sus espinas gigantes
Mburucuyá, con algunos de sus frutos.
Me ganaron de mano los insectos y se lo comieron.
Son frutas muy ricas.
Otro de los frutos silvestres, el tamarindo y sus chauchas, se bebe el jugo espeso que contienen en uno de los borde.
Cuidado, que por obtener una chaucha no tengamos una experiencia desagradable con una de sus espinas.
Las hormigas tratan de sobrevivir a la inundación, la naturaleza es sabia, algunas de ellas se salvaran para mantener la especie.
Mi nuevo compás
Ese sauce será mi amarre para el almuerzo sin desembarcar
¡¡¡Preparando el almuerzo, un tremendo "asado"!!!
Algunas flores en la costa.
¡¡¡Que tal mi sombrero nuevo!!!
¡¡El sombrero es nuevo!!, la cara de orto es la de siempre....
Un bello ejemplar.
el guardian de los campos
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