lunes, 14 de diciembre de 2009

¡¡¡EL CHUPAMENTA!!!



El frente de Weir, llegar a este lugar es algo que causa una alegría enorme.

Al atravesar la puerta....

¡¡¡¡Ahí esta mi nave!!!!

En la percha de arriba un Dos De Enero, kayak doble.

Es tan esbelto que lo ves finito debido a su gran longitud.

Acá con Daniela en el salón de ventas



Aun sin atarlo.


Esta vez no pudo estar Fernando, pero nos dejo al muy amable Pato Macuak, Adrian Busi, con el que compartimos una muy amable charla acompañada de unos ricos mates.
Ya se me ha hecho costumbre pasar por la Abadia de Victoria, es un lugar maravilloso donde uno puede encontrarse a si mismo.


Y llegó nomas, despues de desearlo mucho, pero por un tiempo bastante corto, llegué al Markopolo II, una nave hermosisima, excelente y de muy buena calidad.




¡¡¡Tengo mi kayak de travesía!!!




Hace un año, escuché por primera vez hablar de "KAYAKS", ¿ que es eso?, ¿son los botes finitos?, ¿los volcadores?, ¿esos que tienen unos baúles llamados tambuchos....?

Si señor, culpables: Eduardo Vega y Lalo Surraco. por culpa de esos dos "malvados" se me despertó el indio y yo que estaba tan bien en tierra firme......, cuando, con cincuenta pirulines ya había descartado ciertas actividades, los señores me vienen con estas cosas raras.

Aaaahhhh, ¡¡¡las malas juntas carajoooooo!!!!

Llego "El Chupamenta" amigos, el bote que deseaba desde que compre mi Cessna.

Para los que se pregunten por el nombre, les cuento:

Viviendo en mi época de estudiante universitario en C. Del Uruguay, conocí a un hombre con capacidades diferentes, una persona muy especial, entrañable y querible, sin maldad, muy tierno, un niño grande que recogía cariño de todos lo que llegamos a conocerlo y a amarlo.

Su amor se llamaba Beba, no la conocimos pues habitaba en su imaginación, cuando le preguntabamos por "La Beba" contestaba Psssss Psssss y nos indicaba con sus manos que estaba embarazada, en otras ocasiones nos decía, "Allá está, le compre una línea de colectivos para que lleve los gurises a la escuela". El auto de La Beba era un REDOL DOCE CUATROELE CUATRO PUERTAS.

Por las tardes nos visitaba, saludaba y seguia derecho a la cocina, destapaba la olla y siempre la misma pregunta, ¿QUE HACE ESTE PUCHERO ACÁ? ¡¡COMO ME GUSTA EL PUCHERO!!, ¿queres comer Pochito?, BUENO, y se servía, desde ya que primero lo calentaba, luegos de terminar juntaba todo, lavaba el plato y los cubiertos y dejaba impecable el lugar.

Panza llena corazón contento, preparaba el mate y nos lo cebaba en silencio pues nosotros estabamos estudiando y el jamas molestó, despues se iba.

Ante alguna cargada que le hicieramos nos contestaba "ANDÁ CHUPAMENTA" (chupamedia).

Pochito Carballo, a vos te dedico mi barco.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones por la incorporación!!!

Kayak Gourmet dijo...

Uy yuyo como emociona ese relato y ese origen del nombre. Esos personajes de pueblos, y mas si ese pueblo esta en una provincia rodeada de rios. Felicitaciones amigo, te lo mereces. Un gran abrazo. Diego Pereda.-