Este sábado nos fuimos desde la ciudad, mas precisamente, desde el puente Mendez Casariego, hasta el arroyo Venerato, hasta donde la vegetación dice basta. Fueron 36 km y nueve horas y cuarenta minutos de travesía, incluyendo el tiempo detenido.
Salimos con corriente a favor, un poquito de viento en contra y lloviendo. La esperanza nuestra era la de que ese viento de poquito se transformase en mucho al regresar, pues tendríamos la corriente del Gualeguaychú en contra, no fue así, no solo que no hubo nada de viento, mucho calor y para colmo, el Gualeguaychú corría mucho mas a esa hora...... jejeje.
No importa, fue un día hermoso, después de llegar al fin navegable del arroyo, regresamos un pequeño tramo y nos bajamos a comer, tomar unos mates y descansar en nuestras hamacas paraguayas colgadas de los árboles.
Yo estrené "El Fogoso", mi calentador de alcohol y mi hamaca paraguaya.
El arroyo como siempre, hermoso, en partes un poco desbordado y con la vegetación muy tupida, una belleza.
Mucha vida en el agua y en los árboles, esto lo hace mas bonito aun.
El estrés quedó enganchado en alguna rama.
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