Me detuve en el muelle del frigorífico y saqué ahí algunas fotos, estaba todo muy tranquilo, nadie en el río, casi solo, así que se podía disfrutar de las aves de esa zona, otras que no son de ahí pero andaban realizando un vuelo en círculos, pasando varias veces por sobre el lugar en el que me encontraba.
De ahí seguí remando pero sin prisa,disfrutando del paisaje y de mi bote, jugando un poquito con el rumbo y la escora, el día estaba espectacular e ideal para remar en solitario. Al llegar a la desembocadura del arroyo Del Cura me decidí a entrar en el. Empecé a remar en el pero también sin destino fijo, hasta donde se me ocurriera ir y listo, terminé llegando hasta el paso Del Tala. La corriente era bastante importante pues el día anterior había llovido, así que bajaba agua de los campos, por momentos se ponía duro remontar la corriente. Aunque no sea de mucho caudal, su poca profundidad lo hace correr bastante fuerte, y mi Markopolo es tan largo que no es el ideal para este tipo de arroyos, igualmente se comportó de maravillas.
Al llegar al Paso Del Tala me detuve junto a una pequeñísima isla para tomar fotos del puente, se me hacía dificil pues la corriente formaba un remolino que intentaba arrastrarme hacia el puente desde donde venía el agua. Luego de las fotos me dejé llevar aguas abajo por la corriente, la deriva era de unos 4,2 km/hora.
Al llegar a una curva es "S" muy cerrada, el Markopolo no dobló en la segunda, así que terminé chocando contra un árbol que estaba caído en el agua, por suerte no volqué, pero se me quebró el mástil de la bandera, por suerte quedó pegada con la cinta scocht y la llevaba a la rastra, temí perderla, así que en la siguiente playa me detuve y la acomodé, de paso aproveché para almorzar, era una playita de arena muy limpia. Luego seguí aguas abajo hasta que pasé el puente de la Julio Irazusta, desde ahí en adelante ya la corriente se reducía y el empuje tambien.
Seguí suave, sin prisa. Llegue al Gualeguaychú y lo remonté buscando puerto. Al llegar al club Neptunia estaba el cabezón con Laura y los gurises, así que desembarqué y charlamos un rato mates de por medio, luego embarqué nuevamente para cruzarme hasta la rampa en la que me esperaba el auto, cargué todo y a casa.
Estuvo muy bueno, un día hermoso, muchas aves y peces. Hermosos colores otoñales en los árboles.
¡¡¡Muy lindo paseo!!!
Da mucha pena ver como se está destruyendo el muelle, y a unos edificios que están ahí, los está tapando la vegetación, ademas de tener los vidrios totalmente destruidos por esos dañinos que no tienen algo mas positivo para hacer.
Al pasar por uno de los afluentes me detuve e ingresé un par de metros, son lugares protegidos por el monte, dan una tranquilidad!!!
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