Hoy sábado 13 la llevé a mi hija menor, Lucía y a su novio, Lautaro a dar una vuelta en kayak. Utilizamos: Lucía el Baum 430 de su hermana Marie, Lautaro en mi Méridien 430 y yo en el Markopolo.
Salimos solo un rato pues teníamos poco tiempo y Lucía no rema nunca, esta es la segunda vez que lo hace, la primera fue en el Cessna. Así que no está entrenada y se cansa.
El mas castigado fue Lautaro, pues no tiene experiencia en kayak y el 430 es un bote que hay que saberlo remar, una vez que lo conoces y tenés cierta experiencia va bien, pero para este gurí que era la primera vez le dio bastante trabajo llevarlo derecho, además las primeras indicaciones de como se rema un kayak se las dí (yo el gran instructor....) cuando ya habíamos recorrido un par de km. y en medio del río, así que no eran muy explícitas.....jajajaj. Va a soñar con el "Machito", le viá dar querer llevarse la Nena!!!!. Al final, después de haber recorrido los 11,6 km que duró el paseo ya le había agarrado mas o menos la mano.
Otro castigado en parte fui yo. Llevé una pala multipropósito Weir para mi, una Méridien para Lautaro y a Lucía le llevé la original del Baum. Luego de un par de km me dice, me prestas tu pala un poquito, ella había remado la otra vez con la Weir, así que se la cambié y me quedé con la Baum, me hizo luchar un poco, la verdad que no la encontraba, al principio zigzagueaba al traccionarla, luego le fui agarrando la mano, pero no me gustó para nada, la sentí como que si no "entra justita" con el ángulo que debe se dispara hacia los costados. No soy un conocedor ni cosa que se le parezca pero he remado con la multipropósito y la travesía de Weir y con la pala de Hugo Sírtori, esta tiene una pequeña curvatura hacia atrás que la primera vez que la utilicé me desconcertó un poco, pero enseguida le agarré la mano y es una pala muy linda para remar, pero la Baum no me gustó.
No hay mucho para contar, solo que remé en familia, les hice escuchar el canto de las aves a los gurises, se interesaron por el paisaje y eso es muy lindo. Al llegar a una playita llamada los paraísos desembarcamos, calentamos agua y tomamos unos mates, escuchamos a las aves del lugar, que son muchas y regresamos a puerto.
Fue un lindo paseo de tres horas y media con Lucía, mi hija menor que por estar estudiando en La Plata no tiene la posibilidad de remar muy seguido.
¡¡¡Estuvo muy bueno!!!
Salimos solo un rato pues teníamos poco tiempo y Lucía no rema nunca, esta es la segunda vez que lo hace, la primera fue en el Cessna. Así que no está entrenada y se cansa.
El mas castigado fue Lautaro, pues no tiene experiencia en kayak y el 430 es un bote que hay que saberlo remar, una vez que lo conoces y tenés cierta experiencia va bien, pero para este gurí que era la primera vez le dio bastante trabajo llevarlo derecho, además las primeras indicaciones de como se rema un kayak se las dí (yo el gran instructor....) cuando ya habíamos recorrido un par de km. y en medio del río, así que no eran muy explícitas.....jajajaj. Va a soñar con el "Machito", le viá dar querer llevarse la Nena!!!!. Al final, después de haber recorrido los 11,6 km que duró el paseo ya le había agarrado mas o menos la mano.
Otro castigado en parte fui yo. Llevé una pala multipropósito Weir para mi, una Méridien para Lautaro y a Lucía le llevé la original del Baum. Luego de un par de km me dice, me prestas tu pala un poquito, ella había remado la otra vez con la Weir, así que se la cambié y me quedé con la Baum, me hizo luchar un poco, la verdad que no la encontraba, al principio zigzagueaba al traccionarla, luego le fui agarrando la mano, pero no me gustó para nada, la sentí como que si no "entra justita" con el ángulo que debe se dispara hacia los costados. No soy un conocedor ni cosa que se le parezca pero he remado con la multipropósito y la travesía de Weir y con la pala de Hugo Sírtori, esta tiene una pequeña curvatura hacia atrás que la primera vez que la utilicé me desconcertó un poco, pero enseguida le agarré la mano y es una pala muy linda para remar, pero la Baum no me gustó.
No hay mucho para contar, solo que remé en familia, les hice escuchar el canto de las aves a los gurises, se interesaron por el paisaje y eso es muy lindo. Al llegar a una playita llamada los paraísos desembarcamos, calentamos agua y tomamos unos mates, escuchamos a las aves del lugar, que son muchas y regresamos a puerto.
Fue un lindo paseo de tres horas y media con Lucía, mi hija menor que por estar estudiando en La Plata no tiene la posibilidad de remar muy seguido.
¡¡¡Estuvo muy bueno!!!
Lucía recién embarcada.
Lautaro en franca batalla con el rumbo de "Machito"
Debajo del muelle del frigorífico.
Llegando a la isla Martín Chico.
Lucía llegando a Los Paraísos.
La Rubia en plena tarea.
Un baño de aves, que tal????
Lautaro, Lucía Y yo en Los Paraísos.
Playa Los Paraísos.
El río está muy bajo así que ha quedado algo de barro.
De regreso
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