Este domingo pasado, 20/09/09, nos sacamos las ganas de navegar el arroyo Gualeyán.
Lo hicimos con Agustin, Marie por tener que estudiar no se largó, no importa, pronto la llevaremos nuevamente asi no se queda con las ganas de conocerlo.
Zarpamos desde una zona de camping y playa llamada Puerta Del Sol, sobre el río Gualeguaychú, a unos dos km del lugar donde el arroyo desemboca en este, llamado "La Horqueta", la hora, 8;45.
Había un poquito de viento del oeste, pero estaba muy bueno el día.
En total recorrimos 35,4 km segun el GPS, regresamos a las 18 hs aproximadamente.
Un pequeño detalle de este viaje: de ida fuimos con viento en contra, pero suave y corriente en contra, suave hasta cruzar la ruta 14, de ahí en mas, el arroyo se hace mas angosto y corre mas rápido, al llegar a la ruta hicimos costa un rato para descansar la colita y comer unos sanguchitos de milan y queso y de postre, peras y manzanas. Luego retomamos el viaje aguas arriba hasta una nueva horqueta, desde ese punto se abre un brazo que se lo llama el Gualeyancito, lo tomamos hasta donde la vegetación nos lo permitió, en este casi no corría el agua, muy poquito Demas esta decir que son zonas casi virgenes pues el monte es muy espeso y el arroyo permite solo el paso de este tipo de naves, una canoa pasa de casualidad y de ahí para arriba nada, los arboles caen sobre el agua, la belleza es mucha y la paz que se siente es indescriptible.
Una vez llegado al fin de este brazo, regresamos nuevamente a la horqueta buscando remontar el arroyo principal que si corría y bastante, esto se debe a las lluvias de los ultimos días.
Nuestra intención era la de llegar hasta un puente que pertenecío a nuestro maltratado ferrocarril, (ya no circula mas por acá), pero nos fué imposible pues los arboles tapan el arroyo, igualmente logramos remontar un tramo interesante. Contarles lo vivido es algo imposible, solo les digo que el arroyo corria mucho, nosotros con nuestros kayak de 4,50 mts. totalmente inexpertos en corrientes de ese tipo...... nos llevaba y nos traía como quería, nos metía entre las ramas y "a pedalear" para salir y seguir subiendo, jejeje una paliza, pero un placer. De regreso pensamos que iva a ser facilísimo, jajaja, debiamos atravezar esas pequeñas puertas que nos dejaba la vegetación, otra vez contra las ramas, jejejej empantanados entre los arboles.
Una conclusión a esta pequeña aventura: "Que chiquitos somos frente a la naturaleza, nos lleva y nos trae como quiere, como para mostrarnos que ella manda".
Ya de regreso, al llegar nuevamente a la ruta 14, nos bajamos un rato a descansar y tomar unos mates.
Luego si emprendimos el viaje de regreso, eso si, entramos en un pequeño arroyo que se llama el Bolacuá y en otras zonas que estaban con agua por estar crecido el Gualeyán.
Una experiencia hermosa!!
