viernes, 31 de diciembre de 2010

-.Picada Del Gato.-

Aprovechando un viajecito al campo para realizar un trabajo, me hice una escapada a un lugar llamado La Picada Del Gato, que es el ultimo cruce del arroyo El Gato con una calle antes de su desembocadura en el río Gualeguaychú.
Yo no conocía este lugar, solo me lo habían mensionado. Ya al ingresar a estas calles vecinales de tierra, de todos los colores según si estas en una parte alta o baja, te hace sentir algo especial.
Luego de recorrer algunos km llegué a la picada, es un puentecito construido con dos caños y se puede ver a un costado que hay columnas de hormigón que han sido hechas hace algun tiempo para construir un puente de hormigón, pero que ha quedado abandonado.
Según lo que pude observar, el arroyo acá está despejado y es navegable aguas arriba del puente, creo que son unos mil doscientos metros mas o menos los que están despejados, luego el monte abanza sobrelas aguas y lo obstruye.
Del puente, aguas abajo entra directamente en el monte y es de muy poca profundidad, el lecho es arena y piedras pequeñas tipo canto rodado. Esta parte se la puede recorrer caminando por el agua, aunque seguramente se deberán pasar por sobre arboles caídos y ramas que se quedan baradas en ellos.
Como todos los montes de nuestra zona, esa muy bello, también muy cerrado, tiene muchos lugares impenetrábles. Es una zona que se viene salvando del desmonte para la agricultura, y espero que siga así porque nuetra flora y fauna lo necesitan.
Al llegar encontré gran cantidad de peces, no muy grandes, pero si muchos. Hay también muchas aves, al acercarme a un lugar determinado un Martin Pescador detectó mi presencia y comenzó a advertir a las demas aves emitiendo un sonido muy intenso e ininterrumpido, desde ya que traté de no molestarlo, tome un par de fotos y salí del lugar.
Luego de haber visto que se puede navegar seguí viaje y unos metros mas adelante el arroyo vuelve a salir del monte y corre paralelo al camino para luego si desaparecer nuevamente en el monte espeso.
Decidí seguir el camino, sabía que este se une a otro que pasa por el puente de hormigón que está sobre una zona que ya hemos navegado, ademas quería saber si no encontraba alguna calle que me llevara hasta la costa del Gualeguaychú. Un poco despues encuentro una salida a la derecha y la tomo, ya que es hacia ese lado que está el río, pero llego a una tranquera y unas casas, así que di la vuelta y regresé a la vifurcación para retomar el camino por el que venía. Varios km más adelante encuentro la calle que buscaba y tomo a la izquierda, a un par de km estoy sobre el puente de hormigón sobre el mismo arroyo El Gato. Me detengo a tomar unas fotos y mirar como estaba, hacía varios meses que no andaba por esta zona.
El lugar está igual que siempre, muy bello, lleno de peces y vida en el monte, lo que si encontré es un chasis de un auto que los "chicos buenos" tiran despues de que lo han robado y desmantelado por completo. Esto lamentablemente se dá en varios lugares, ya he encontrado restos de autos en tres o cuatro oportunidades.
Para terminar les cuento que seguramente uno de estos días me estaré tirando con el kayak desde la picada, quiero recorrerla aunque se que será un corto viaje, pero en definitiva eso no importa pues lo interesante es lo que se disfruta del lugar y sus paisajes y no de los km que se recorren.


¡¡¡Lindo lugar, hay que explorarlo con los kayak!!!



La tierra seca y los pastos duros le dan a estos caminos un encanto especial.


Curvas y contra curvas, tierras que cambian de colores. A la siesta es la hora del lagarto, por la mañana, temprano, con la fresca y a la tardecita, los cuises.


Tierra negra.


Tierra blanca.


Y llego a la picada, ahí, entre esos sauces está pasando el arroyo El Gato, este es el último camino que lo corta, de acá en adelante recorrerá un tramo de monte y volcará sus aguas al Gualeguaychú.



Desde ahí venía yo, esa es la última curva antes de llegar.


Las columnas de hormigón de lo que iba a ser un puente. Creo que ya no lo será.


La armadura sunchada, (el hierro de los tradicionales estribos es reemplazado por un hierro dispuesto en forma de espiral lo que le da mayor resistencia por disminuir la longitud de pandeo) de hierro de las columnas.


Así se ve el arroyo aguas arriba del puente.
Son un poco mas de mil metros navegables.


Muchos peces.



Este es el puente actual. Formado por dos tubos.


Aguas abajo del puente

A medida que abanza se va perdiendo en el monte




Saliendo del puente y siguiendo hacia el norte aparece nuevamente el arroyo emergiendo del monte.







Luego de ir paralelo al camino unos metros se pierde nuevamente.





Siguiendo el camino se llega, luego de unos kms. al puente de hormigón que es el que hemos recorrido en ocasiones anteriores.

Se ve que los cacos han hecho de las suyas, lo que aparece en esta foto es el chasis de algún auto al que han desmantelado y tirado al agua para que se pierda su rastro.



Así se ve el arroyo en este puente, aguas arriba.


Y así, aguas abajo.




lunes, 27 de diciembre de 2010

-.De lo Fiorini al Isleta ida y vuelta.-

El domingo 26 de Diciembre, ya como para ir despidiendo el año me fuí hasta lo de Fiorini, la idea era la de zarpar de ahí y tomar aguas abajo hasta el arroyo Isleta, recorrerlo hasta donde se pudiera y tambien recorrer sus dos meandros, uno de ellos desconocido para mi pues está tapada su entrada por unos seis o siete metros de sarandies que hacen dificil el acceso.
Con el Cabezón quedamos de encontrarnos en el arroyo, ellos, Horacio Antici, Lucas Rebora, Ignacio Carro y el cabezón zarpaban desde Gualeguaychú y remontarian el río hasta el arroyo, yo no podía hacer ese recorrido pues debía estar de regreso temprano en la ciudad pues tenía que trabajar.
Como a las nueve y media estaba con todo cargado sobre "Fatiga" y listo para zarpar desde el camping.
Contar lo que se escucha y se ve en el Gualeguaychú a esa hora es realmente imposible y no hablemos de estar en esos lugares antes, mas temprano, (lo haré muy pronto) a las cinco o seis de la mañana es imponente. El diálogo de las aves, el sonido del viento, el río planchado y devolviendo imagenes al cielo y al monte es espectacular.
Si me dí el lujo de remar mirando el sol y la luna.
Iba tan concentrado por el río remando y curioseando el gps que seguí de largo y fuí a parar a un hermoso lugar que se llama Barrancas Coloradas, ahí me dí cuenta de que me había pasado....jajaja, no importa, pegué la vuelta y regresé hasta el arroyo al cual ingresé.
Unos metros mas adelante, en la primer playita de arena desembarqué para sacar agua que llevaba en el tambucho de popa pues la que llevo sobre cubierta se habia acabado. Luego de unos minutos retomé mi viaje aguas arriba por el arroyo hasta el primer meandro, al llegar a este ingresé y lo recorrí hasta el fondo, tomé unas fotos y regrese a la desembocadura en la que hay un banco de arena blanca protegida por la sombra de unos sauces, ahí desembarqué y me quedé a esperar al grupo que venía desde la ciudad.
Luego de un rato se escuchan las voces de los locos estos y los veo aparecer despues de una curva que tiene el arroyo, saludos risas, una cruzada del cabezon cortandole la proa a Ignacio, el cabezón intentaba encender la cámara para filmarme, o se si lo logró pero a Ignacio lo cortó olimpicamente, jajajaj.
Ahí desembarcaron, es un lugar playo y con mucha arena así que estaba espectacular para quedarse un buen rato.
Mientras desembarcaban vemos llegar dos lanchas, a buena velocidad, enseguida pensamos, estos locos dejan el casco en una piedra, les hice señas de que era playo y como no la entendieron y me preguntaron que les decía les pregunté si conocian el arroyo, como para ver si sabian en que lugar se estaban metiendo, me contestaron que si entonces dejé de advertirles sobre los peligros, pero ellos pensaban que nos ibamos del banco de arena, al contestarles que no, Grgrgrggrg, jajaja, siguieron aguas arriba, se ve que no encontraron lo que buscaban, que en realidad era "nuestro banco de arena" y regresaron y desembarcaron en la costa de enfrente y se quedaron ahí.
La pasamos muy lindo, probaron mi bote, tomamos mates, hablamos de kayak como si supieramos y luego yo seguí hasta el segundo meandro mientras ellos se quedaron matenado y hablando al pedo....
Al llegar a la boca del meandro lo encaré decidido a ingresar, miré bien por las dudas y hubiese un camoatí o algún yarará cazando ranas entre los sarandies y cortando solo algunas ramitas logré pasar la tapia, no quería descubrir totalmente la boca para que los cazadores no entren a hacer daño. Me encontré con un lugar muy bonito, lleno de vida como todo el arroyo, una vegetación muy densa y sobre parte de las costas unas barrancas bastante altas y cubiertas de monte.
Al llegar al final desembarqué y subí la barranca que separa este meandro del arroyo, es de unos cuatro o cinco metros de ancho y unos dos metros y medio de altura. Tomé unas fotos y regresé, pasé nuevamente la tapia y retorné al campamento, el grupo se estaba preparando para zarpar, así que saludé y me despedí de ellos pues pensaban tomar aguas arriba antes de emprender el regreso a la ciudad.
De ahí en mas desembarque en una oportunidad frente a la reserva para beber agua y mojarme un poco pues el sol era muy fuerte y yo había dejado el sombrero en casa, lo bajé el viernes para lavarlo y me lo olvidé, junto con un trapo que utilizo para envolver la botella de agua que va sobre la cubierta y al cual mojo para mantener el agua de la botella fresca.
Igualmente regresé muy feliz, el paisage, el río, el arroyo, los amigos, hicieron un todo para que me sintiera muy bien, agregado a la charla amena con la gente del camping que me han tratado de primera.
Cargué el bote, el bolso con todas las pilchas, la pala, compré una gaseosa lima limón de dos litros y cuarto y emprendí el regreso.
Un hermoso paseo, se los recomiendo si andan por estos pagos, el río en esa zona es hermoso y los lugares infinitos.

¡¡¡El estres, cero!!!


Al ir rumbo a lo Fiorini me encontré con que parte del camino está enripiado, solo parte, aparentemente se seguirá pero no se sabe hasta donde alcanza el rípio, una pena pues a esta gente que ha luchado tanto para instalar este lugar simple pero muy prolijo le vendría bien un buen camino para circular los días de lluvia. Espero que Juanjo o vialidad provincial se jueguen y les enripien la calle, en la que además está la reserva y hay una escuela rural, a la que las maestras les cuesta llegar en época de lluvia.






Se han juntado para iluminar mi paso el sol y la luna, vean esta foto y la siguiente.



El boyado de la playa de Fiorini, muy prolijo. Cuenta con guardavidas y está muy bien delimitado.
El camping es agreste pero muy limpio, cuando llegué, el flaco, uno de los propietarios, juntaba todo los papelitos y pedacitos de plastico que estaban en el piso. Cuenta con una proveduría que de a poquito se va surtiendo de mercadería y un lugar techado cerca de la playa en el cual se puede jugar un truco, beber algo, tomar un helado o simplemente sentarse a mirar el paisaje.













Banco de piedras en el campo de Gustavo Michel. A este lugar lo hemos utilizado de puerto en algunas ocaciones.



Desembocadura del arroyo Las Piedras en el Gualeguaychú.


Vista desde el río la boca del arroyo.



En el Isleta me detuve un rato a unos pocos metros de ingresar.


Campamento de pescadores.


Antigua toma de agua de una arrocera.



En este banco de arena en el ingreso al primer meandro me detuve a esperar a los cuatro palistas que venían desde Gualeguaychú. El Cabezón, Lucas Rébora, Ignacio Carro y Horacio Antici.






Entrada al meandro vista desde el banco de arena.





Lindo lugar para acampar, esto es sobre la barranca que está el banco de arena.


El resto de los palistas buscando amarra.






El Cabezón probando el Chapelco.



Fue un día muy caluroso, el sol estaba muy fuerte.




Vista desde la barranca.


Otra vista del cauce principal.


Lo que "casi es una isla" unos cuatro o cinco metros de barranca la unen al territorio firme.


Este es el fin del primer meandro, pasando esta barranca está elcauce principal.




restos de ramas, hojas y hasta barro quedaron en la cubierta del kayak despues de cruzar la tapia.




Esto se ve desde la parte superior de la barranca que divide el meandro del cauce principal del arroyo, esta barranca tiene unos cuatro o cinco metros de ancho que es lo que impide que las aguas de uno y otro lado se junten. Dicen que antiguamente se unian, pero no se si será así.







Esta es la tapia vista desde adentro del meandro, por el medio se cruza, son unos seis o siete metros de ramas muy tupidas.


Esta, varias anteriores y otras que siguen son del segundo meandro, lugar al que nunca había ingresado por estar cubierto por sarandies la boca, traté de ingresar sin cortar muchas ramas para que siga tapiado, es mejor así, aunque los cazadores son tremendos, no los para nada.


Seguramente hay miles de ojos observando mis movimientos, hay mucha vida en estos montes.





Saliendo de la tapia.




Dentro de la tapia.





Hace mucho que está sola, no hay huellas.