Quería remarlo por primera vez en el Gualeguaychú, siempre anduve en arroyos con el.
La prueba consistía en saber como se comporta con viento en aguas un poco mas abiertas que la de un arroyo, donde generalmente no se tiene vientos por la banda, y además ver la estropada, este tipo de botes no la tiene y eso dificulta bastante la remada pues al dejar de palear inmediatamente pierde el rumbo desviándose hacia uno u otro lado, por lo que ademas de perder velocidad te obliga a corregir el rumbo.
Se dio lo que esperaba, pierde mucho el rumbo al dejar de remarlo, es afectado por los vientos cruzados por lo que debo ir corrigiendo constantemente y lo de la estropada ya lo sabía.
Para mi que soy poco experimentado y se poco de remar kayak veo que la forma de llevarlo bien es paleando suave, siempre remandolo para no perder el rumbo y ser consciente de que estoy sobre un 430 y no sobre un bote de travesías, por lo que no puedo pretender un comportamiento similar. Una de las ventajas de estos botes cortos es su maniobrabilidad, lo rápido que cambia de rumbo y por su corta eslora lo apto para lo que en definitiva lo compré, navegar arroyos con muchas curvas y recovecos.
Ha sido una buena experiencia.
No solo salí a remar, como siempre el paisaje está como objetivo principal, en esta oportunidad como la vuelta era corta, me puse a ver en detalle la modificación que se está realizando en la zona sur de la isla Libertad. No se que tipo de emprendimiento es, si va con pileta de natación o no, pero en si se está construyendo sobre pilotes de madera una plataforma techada y a un costado se está realizando un dique con bolsas llenas de tierra o arena, la que se extrae de lo que será esa especie de pileta, es decir, se cava en el centro y la tierra extraída se coloca en bolsas de plastillera a modo de cordón. La imagen es horrible, ver esas bolsas da asco pero bueno, esa era una zona baja de la isla en la que predominaban los matorrales naturales, los que albergaban a muchas garzas y otras aves. Como siempre el hombre buscando llenar sus bolsillos se tira contra la naturaleza, creo que en la próxima creciente grande desaparecerá la pileta y todas esas bolsas pero ya cambiará el extremo sur de nuestra isla.
Frente a la guardería de lanchas también se está construyendo un edificio, pero en este caso se ve que hay mucho dinero en juego pues es todo de hormigón, los materiales se los cruza en una pequeña barcaza y hay mucha gente trabajando. Me gustaría que fuese una casa de fin de semana que es lo menos nocivo para el ambiente, pero por su tamaño creo que va para boliche, ruido, contaminación, (no hay cloacas). Me da mucha pena pues he tenido oportunidad de remar por las calles de esa isla, en las ultimas crecidas, cuando el agua la tapó en gran parte, entramos a recorrerla con nuestros kayak y es muy bonita, está llena de aves y vida de todo tipo, pero con estos emprendimientos se le está quitando lugar silvestre, si seguimos así será un trozo de hormigón y ladrillos en medio del río. Una pena, no debería permitirse estas construcciones habiendo tanta costa para armar boliches y otros tipos de negocios.
Para cerrar este comentario les cuento que me encontré con otro "BUQUE" artesanal, envidia de los astilleros Rosarinos, una canoa de madera, muy prolija, pintada de color anti óxido.
Las balsas del Neptunia, construidas con hormigón, sirven para formar una pileta olímpica o no tan olímpica pero si para entrenar a los nadadores e inclusive realizar competencias.
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