sábado, 1 de enero de 2011

-.Con Fatiga En El Uruguay.-

Hola gente, acá estoy, recién arrancando el año. Hoy tempranito sonó el despertador, pero tardé en darle pelota, estaba cansado y en verdad tenía mas ganas de dormir que de irme al río a remar, pero me dije, no podes ser tan arrastrau´levántate y prepara todo, hoy es tu día libre y va a estar ideal para ir a remar un rato. Fue así que arranqué, cargué todo el equipo, el kayak, (fatiga) y tomé rumbo a lo Boari, un camping cerca de la desembocadura del río Galeguaychú en el Uruguay.
Había viento y sabía que el Uruguay iba a estar movidito, por lo que me dije, y bueno, veamos como se porta este bote con viento en contra y río movido.
A eso de las diez y cuarto estaba zarpando y un ratito después hacía el despacho en el destacamento de Prefectura que está ahí cerca. Todo bien, nombre y apellido, nombre del barco, número de documento y medio de comunicación, llevaba el handy. Destino y tiempo estimado de regreso y listo, todo bien, seguí rumbo a la escollera. Ya se veía que estaba movido, busqué el primer boquete que está sobre margen izquierda, justo donde termina el continente y lo crucé, ya ahí empieza el baile, olas cada vez más altas pero de proa, el bote se comportaba bien, recorrí un tramo y luego me dirigí a una playita escondida en el continente. La idea era la de armar el soporte de la cámara y colocármela para filmar el comportamiento de Fatiga en río movido. Pero al final me quedé un buen rato, bajé primero el banquito, el termo y el mate que llevaba recién preparado, así que ahí nomas me senté y me puse a tomar mates. El agua golpeaba fuerte sobre la costa, creo que he terminado tan agotado este año que hasta me molestaba el ruido del agua golpeando la playa y más aun que a lo lejos se sentía el motor de por lo menos una moto de agua, peor todavía. Tengo que reconocer que estoy viejo choto, ya todo me molesta.
Me quedé un rato tomando unos mates, pero el cuerpo me pedía más descanso, así que ahí nomas bajé la hamaca Paraguaya y la colgué de un árbol grande que había, ahí me acosté y dormité un poco, pero el acelere era demasiado para dormirme, solo cerré los ojos y me quedé un buen rato, cuando estaba casi dormido, "craaaaccccc" (ruido de gajo roto) y un movimiento descendente brusco, eeeepppppppaaaaaaaaa!!! no se rían, no me caí, solo fue un sacudón, no se que se rompió pero no caí, solo descendió un poco el gajo del que estaba colgada la hamaca, acto seguido, me bajé y puse la cabeza apuntando para el otro lado que era donde estaba la parte más gruesa del gajo.
Luego de un buen rato mirando el monte y el agua y escuchando la radio me dispuse a seguir mi camino. Pensaba llegar hasta un lugar que hemos llamado "la playita de las rayas" pero con semejante viento en contra y bote desconocido no me quise largar, de regreso tendría la ola de popa y eso no me gusta, así que dije, no, pruebo el bote por acá, doy vueltas, lo pongo de costado a las olas, de frente, con la ola cruzada de proa, cruzada de popa y finalmente de popa. Y así fue, empecé a dar vueltas y ver como se movía entre las olas.
El bote va bien, su fondo redondo lo ayuda a no perder el equilibrio, con olas de proa es un avión, va muy rápido y clava poco la proa a pesar de lo fina que es. Está bien que es una primer prueba y no fueron las condiciones mas rigurosas, además iba con poca carga en proa, los 15 a 20 kg que llevaba estaban mayormente en el tambucho de popa.
Se lo nota inquieto cuando va cambiando rumbo y la ola empieza a venir por la banda, pero es hasta que uno termina de girar, una vez que la ola está totalmente por la banda se estabiliza. También debo tener en cuenta que es la primera vez que lo remo con río movido, lo mismo me pasó con el Markopolo, hoy, después de varias remadas en el Uruguay y con batidas importantes ni cuenta me doy que puedo volcar, es más, creo que no vuelca el MP. así que hay que seguir probándolo. En general me gusta su comportamiento.
Luego de estas pruebas me dediqué a recorrer las costas de la isla de Los Cañones. Esta es una isla que se está formando sobre una de las escolleras debido a sedimentación y a que árboles de la zona han brotado en dichos sedimentos.
Encontré varios sauces bastante grandes, los que por las características de sus raíces son ideales fijadoras de sedimentos por lo que esta isla está constantemente creciendo sobre el cordón de piedras que es la escollera y que fue construida para impedir que la arena traída por las aguas del Uruguay se depositen en la boca del Gualeguaychú, antiguamente, cuando existía el frigorífico en nuestra ciudad, se dragaba el río para que los barcos pudiesen entrar a puerto en busca de la carne y demás productos elaborados en dicha fábrica. Hoy es un río utilizado por embarcaciones de pequeño calado para paseo y turismo, por lo que la draga no aparece más por acá.
Como las aguas estaban un poquito altas me pude meter a remar en el extremo Sur- Este "sobre la isla", hay aproximadamente unos veinticinco cm. de agua sobre la arena que está sedimentando en esta zona. Encontré gran cantidad de peces, creo que bogas y sabalitos, los que creo que buscan estas aguas poco profundas para protegerse del ataque de dorados y tarariras de mayor tamaño, aunque se pueden ver doradillos saltar fuera del agua en plena cacería.
Luego de llegar al extremo Sur-Este de la isla y tomar un par de fotografías retomé aguas arriba por el Gualeguaychú hasta la playita que posee la isla en el extremo Nor- Oeste, ahí desembarqué y luego de tomar algunas fotos y detectar de donde venía un olor a carne en estado de descomposición y que atraía a seis caranchos que huyeron cuando llegué, me dispuse a almorzar una exquisita lata de pate untada sobre unas galletas de hace como cinco días....jajaja.
Este lugar es ideal para armar un campamento, tiene hasta un techo de chapas de cinc nuebas, quien las puso ahí no se, pero el ultimo que estuvo dejó las tripas de pollo que estaban pudriéndose y dos mojarreros. Hay parrillas y en su momento habían puesto hasta bancos de hormigón, pero el río se llevó las tablas que servían de asiento.
Pensaba preguntar en prefectura a quien pertenecían esas construcciones pero justo llegó una lancha a hacer el despacho y me olvidé.
Después de un rato embarqué nuevamente y me dirigí a puerto, pasé por Prefectura, cerre el rol y llegué a lo Boari donde cargué todo y regresé a casa. Era bastante temprano pero estaba cansado y con mucho calor así que dí por terminada la jornada "palística". Al llegar a casa descargué todo, lavé el kayak y lo guardé en el galpón, una ducha, un poco de PC y a dormir una siesta reparadora....jajaja







De este gajo estaba colgada la hamaca.


El agua golpeaba bastante fuerte contra la costa.





Así empezó el campamento, luego vino la hamaca.





Es muy limpio el monte y su piso está cubierto de arena y hojas de los arboles del lugar.


No se asusten, no es contaminación, es resaca que las olas mecen.


No parece tanto, pero el río estaba movidito.




La isla de Los Cañones.
Un mini paraíso.




Su playita de arena.


Carancho que voló al verme, eran seis y seguro estaban atraidos por la bolsa con tripas de pollo en descomposición.




Entrando en parte de lo que es tierra firme con unos veinte centímetros menos de agua.



A travez de esa abertura en la vegetación se puede ver el otro lado de la escollera de piedra. De este lado el agua está quieta, del otro golpea la ola que viene de la ensenada Ñandubaysal.






La escollera.


Uno de los boquetes que fuera abierto por los pescadores para evitar tener que ir hasta muy adentro en el Uruguay para salir o entrar al Gualeguaychú.
Hay de estos boquetes en las dos escolleras.



La vegetación viene ganando lugar sobre la escollera, con los años será parte de la isla de Los Cañones.


Los vientos, las olas y las crecidas no hacen fácil el arraigo de estos arbustos, pero la vegetación a la larga vencerá.



Los sauces son de los arboles que por las características de sus raices, mejor favorecen a la sedimentación.



Tripa de pollo, la saqué de la bolsa pero debí salir corriendo, estaba llena de gusanos y su aroma era muy desagradable.


Algunas flores.


Construcciones deterioradas.


Este techo es nuevo, aunque los palos sobre los que esta colocada la capa estan un tanto deteriorado.


Una salida desde la isla hacia el Ñandubaysal, esas son las piedras que forman la escollera aunque han sido cambiadas de lugar como para permitir el amarre de alguna embarcación pequeña.




Fatiga esperando en la playa.



1 comentario:

Yuyo dijo...

Jajaaja, noooooooo......me descubras, shhhhhhh.
Feliz año nuevo!!!!