domingo, 2 de enero de 2011
-.Remando En La Picada.-
Hola amigos, anoche me consulta mi hija Marie si hoy podíamos salir a remar un rato, le contesto que si, pero no mucho pues pensaba levantarme tarde y por la tarde yo trabajo, así que la salida sería corta, le digo, vamos a ir a un lugar que no conoces, es corto el recorrido en kayak, pero ha de ser lindo lugar, es sobre el arroyo El Gato.
Hoy, a medio día salimos, cargamos su Baum rosado y a Fatiga, agua, unas galletas y unas bananas, por las dudas.
Salimos y tomamos la ruta provincial 20, luego una calle vecinal de tierra y por ella llegamos a la picada Del Gato, lugar que había visitado unos días atras.
Había mucha gente, con ellos un pibe de unos cinco o seis años en un cuatriciclo de esos chicos, pero no de juguete, tenía un motor importante pues desarrollaba mucha velocidad, el gurí iba y venía, a lo que daba por la calle de tierra, sin casco y a la vista de los padres que le festejaban sus inocentes pero muy peligrosos juegos. Yo muy preocupado por la criatura y por mi auto, lo estacioné lo mas lejos que pude de la calle, sobre un banco de arena y pastos. Ahí le digo a Marie, dale, descarguemos rápido y vamos a zarpar, este pibe me había puesto nervioso. Así que descargamos y tiramos los botes al agua por un agujerito que había quedado contra el puente. Enseguida tomamos aguas arriba y efectivamente es un lugar muy lindo, el arroyo es ancho y bastante profundo, unos tres o cuatro metros.
Luego de un ratito y de varias fotos llegamos a la tapia que había visto en Google, así que, aunque hice el intento de entrar un par de metros en ella, las ramas ganaron, ademas no sabía cuanto debía atravezar de sarandies, por lo que desistí y decidimos regresar pero despacio para ir viendo el paisaje y las características del monte. La vegetación es muy tupida a nivel de las copas de los árboles, no así debajo, se puede caminar muy bien pues es un monte "límpio" abajo.
Marie quería hacer la prueba de subir al kayak desde el agua, por lo que me preguntó si podía tirarse y le dije que sí, así que ató la pala, saco algunas cosas sueltas del kayak y se tiró, yo permanecí a unos tres metros para ver como salía todo. Empezó a luchar para subir, el Baum es un bote alto, y si bien no vuelca, o es muy dificil que ello suceda, la altura de la cubierta y el poco peso de Marie le jugaban en contra. Pisarlo en la popa era como si se parara sobre el un mosquito, no babaja nada, por lo que debió intentar otras técnicas, luego de varios intentos logró subir y sentarse sobre cubierta, luego desplazandose llegó al cockpit y se introdujo sin problemas.
La segunda prueba la realizó con el salvavidas puesto, que cambia mucho pues te molesta bastante para realizar la maniobra, ya que ella posee un salva tipo campera que no es el ideal para kayak, es muy largo y los rellenos llegan hasta la altura de los hombros por lo que entorpecen los movimientos. En esta ocación no logró subir, probó varias veces y varias formas pero no pudo, así que le hice un salvataje asistido, sosteniendo su bote le indiqué que pisara sobre el mio hasta poder montarse sobre el suyo, eso le salió enseguida.
Estuvo bueno ya que no habíamos practicado nunca estas técnicas, tenemos pensado seguir practicandolas, inclusive quiero que las intente en mis botes que son mucho mas bajos de cubierta pero mas inquietos.
Fue un dos de enero lindo, el viaje es de 64 km entre ida y vuelta para llegar al arroyo y lo remado en el arroyo 2,5 km pero valió la pena, conocimos un lugar que nunca habiamos visto, remé con una de mis hijas, pudo realizar sus primeras prácticas de rescate, se ligó unos cuantos retos, (como es debido) y en el viaje hablamos de muchas cosas que ella con sus casi 22 años no ha vivido y yo sí, así que tuve la oportunidad de transmitirle algunas experiencias, (no de kayak), que en definitiva es lo que va enriqueciendo nuestra vida y le marca ciertos parámetros en "su" camino.
Hoy, a medio día salimos, cargamos su Baum rosado y a Fatiga, agua, unas galletas y unas bananas, por las dudas.
Salimos y tomamos la ruta provincial 20, luego una calle vecinal de tierra y por ella llegamos a la picada Del Gato, lugar que había visitado unos días atras.
Había mucha gente, con ellos un pibe de unos cinco o seis años en un cuatriciclo de esos chicos, pero no de juguete, tenía un motor importante pues desarrollaba mucha velocidad, el gurí iba y venía, a lo que daba por la calle de tierra, sin casco y a la vista de los padres que le festejaban sus inocentes pero muy peligrosos juegos. Yo muy preocupado por la criatura y por mi auto, lo estacioné lo mas lejos que pude de la calle, sobre un banco de arena y pastos. Ahí le digo a Marie, dale, descarguemos rápido y vamos a zarpar, este pibe me había puesto nervioso. Así que descargamos y tiramos los botes al agua por un agujerito que había quedado contra el puente. Enseguida tomamos aguas arriba y efectivamente es un lugar muy lindo, el arroyo es ancho y bastante profundo, unos tres o cuatro metros.
Luego de un ratito y de varias fotos llegamos a la tapia que había visto en Google, así que, aunque hice el intento de entrar un par de metros en ella, las ramas ganaron, ademas no sabía cuanto debía atravezar de sarandies, por lo que desistí y decidimos regresar pero despacio para ir viendo el paisaje y las características del monte. La vegetación es muy tupida a nivel de las copas de los árboles, no así debajo, se puede caminar muy bien pues es un monte "límpio" abajo.
Marie quería hacer la prueba de subir al kayak desde el agua, por lo que me preguntó si podía tirarse y le dije que sí, así que ató la pala, saco algunas cosas sueltas del kayak y se tiró, yo permanecí a unos tres metros para ver como salía todo. Empezó a luchar para subir, el Baum es un bote alto, y si bien no vuelca, o es muy dificil que ello suceda, la altura de la cubierta y el poco peso de Marie le jugaban en contra. Pisarlo en la popa era como si se parara sobre el un mosquito, no babaja nada, por lo que debió intentar otras técnicas, luego de varios intentos logró subir y sentarse sobre cubierta, luego desplazandose llegó al cockpit y se introdujo sin problemas.
La segunda prueba la realizó con el salvavidas puesto, que cambia mucho pues te molesta bastante para realizar la maniobra, ya que ella posee un salva tipo campera que no es el ideal para kayak, es muy largo y los rellenos llegan hasta la altura de los hombros por lo que entorpecen los movimientos. En esta ocación no logró subir, probó varias veces y varias formas pero no pudo, así que le hice un salvataje asistido, sosteniendo su bote le indiqué que pisara sobre el mio hasta poder montarse sobre el suyo, eso le salió enseguida.
Estuvo bueno ya que no habíamos practicado nunca estas técnicas, tenemos pensado seguir practicandolas, inclusive quiero que las intente en mis botes que son mucho mas bajos de cubierta pero mas inquietos.
Fue un dos de enero lindo, el viaje es de 64 km entre ida y vuelta para llegar al arroyo y lo remado en el arroyo 2,5 km pero valió la pena, conocimos un lugar que nunca habiamos visto, remé con una de mis hijas, pudo realizar sus primeras prácticas de rescate, se ligó unos cuantos retos, (como es debido) y en el viaje hablamos de muchas cosas que ella con sus casi 22 años no ha vivido y yo sí, así que tuve la oportunidad de transmitirle algunas experiencias, (no de kayak), que en definitiva es lo que va enriqueciendo nuestra vida y le marca ciertos parámetros en "su" camino.
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2 comentarios:
felizitaciones por el dia y las practicas pero el papa tambien merece unos retos(como se debe)ya que salio SIN CHALECO en varias fotos
jajajaa, gracias Juan Cruz!!!!
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