sábado, 10 de abril de 2010

-.BOTADURA DE "MACHITO".-

El tipo de navegación elegido, los lugares poco accesibles, arroyitos muy angostos que en ocasiones están cortados por la vegetación o la falta de agua, etc. me han ayudado a decidirme a comprar un kayak mas chico y mas liviano que los dos que tengo.
Después de consultar precios y ver diseños me decidí por un kayak Meridien 430.
Les hago una breve descripción: Es un bote muy liviano, por su forma y longitud es muy fácil de maniobrar en lugares estrechos, es muy estable pues su manga es de 60 cm., cuenta con un tambucho con tapa de goma, lo que lo hace totalmente estanco permitiendo llevar cosas que permanecerán secas. Y desarrolla una buena velocidad a pesar de su eslora corta.
Como todos mis botes, tiene un nombre. Se llama "MACHITO". Una historia también. Cuando chico era el que le hacía distintos mandados a mi abuelo paterno, Don Juán Zapata, mis tareas iban desde regar la quinta, alimentar gallinas, patos, pavos y cerdos, reparar el carro y hacer los mandados en el, reparar los encerados de los camiones, hoy conocidos como coberturas, en esa época eran de lona muy gruesa y cuando algún árbol la rompía se la debía remendar con un pedaso de lona nueva cocida a mano y luego impermeabilizada con algún esmalte sintético aplicado en las costuras. Y así muchas cosas mas.
Mi abuelo se dirigía a mi diciendo: Machito, vamo´a atar el carro pa´traer afrechiyo pa´los chancho.
Todo tenía su remuneración. Machito, esto es pa´que se tome una caña. Y me daba algún dinero que para un pibe de diez u once años era una fortuna, directo al almacén de Tota Bibé a comprar galletitas surtidas, confites gigantes y caramelos, faaaaa, no había plata que aguantara en mis bolsillos.
Cuanto viene a mi memoria en este instante, cuanto respeto había en esa época hacia nuestros mayores y cuanto bueno trataron de transmitirnos.
Les dejo algunas fotos de mi viaje a Rosario, de la botadura de Machito y el primer paseo.
Fueron algo mas de once km. de paseo, conociendo a mi nuevo bote y a unos arroyos que solo había visto desde los puentes.




Astillero Meridien



Ahí está mi bote, esperando


Hasta que llegué estaba sin tambucho por pedido mio, al llegar, bajé del auto y empecé a sacar un par de fotos, en eso sale Hugo mirando como para ver quien era ese loco con la cámara y que quería, entonces sonriendo le digo vengo a buscar mi nave, ahí se dio cuenta y me dice, vos sos Yuyo!!! nos saludamos y nos acercamos al bote y me dice, ya estaba por ponerle el aro en el estanco para convertirlo en tambucho, y yo que ya estaba arrepentido de haberlo pedido sin el, le digo, cuanto te lleva ponerlo, y me dice, lo que demoremos en tomar unos mates, listo metale nomas!!!
Ahí lo entramos y ya le metió serrucho, al ratito estaba puesto el aro y había que dejarlo secar un rato.
Mientras esperábamos, sin ninguna clase de apuro se preparó unos mates y completamos "lo lindo de comprar un bote" la charla con alguien que hasta ese momento solo conocías de nombre.
Me encontré con una persona muy amable, que ama su trabajo, me comentaba que cada bote que comienza lo hace como si fuese el primero y eso es muy bueno pues habla bien de quien realiza un trabajo del tipo artesanal, donde la robótica no existe, gracias a Dios!!!


Luego de hablar de todo un poco y muy satisfecho por haber conocido a un nuevo amigo, vino la foto y la despedida.

¡¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS HUGO SÍRTORI!!!


Ya retornando a Gualeguaychú, el paso por el puente y una ultima mirada a la ciudad de Rosario, que "por culpa del kayak" se ha transformado en un lugar especial para mi.


Todo lo que hago trato de que esté vinculado aunque sea un poquito con lo espiritual, es por esto que cada vez que visito Rosario paso por la capilla del padre Ignacio, Natividad Del Señor, y luego en Entre Ríos, por la Abadía Del Niño Dios.
De su interior es este vitreaux y la siguiente imagen de Cristo.



En la playa de estacionamiento de la Abadía.


Inicialmente salí de casa pensando en botar mi kayak en el río Nogoyá, pero me sentía un poco cansado, estaba lejos de casa, debía viajar un par de horas mas y al llegar a la costa de dicho río encontré mucha gente y no me dieron ganas de quedarme, así que saqué algunas fotos del lugar y retomé el viaje.



Al pasar por Gualeguay me encuentro con el puente viejo lleno de árboles secos trabados entre sus pilotes, los que son de madera. Esto lo había visto hace algún tiempo y pensé en ese momento que las crecidas del río lo limpiarían, me equivoqué, no solo que no se limpió sino que ahora está lleno de vegetación sobre los árboles atracados.
Que pena me dió, si esto sigue así, poco durará en pié este puente, que aunque solo sirve para pescadores y turistas, es una lastima que se pierda, pero esto es así, pelotudos dando vuelta en la municipalidad hay miles, uno con una neurona que diga, "Ché, vamos con unas piolas y algunos ganchos y liberemos el puente" nadie.

¿Nadie de Gualeguay lee las pelotudeces que escribo en este blog para que tome la idea y la ponga en practica?



Ahí esta el Machito con su hermano mayor.




No se el nombre de este arroyo, pero si lo tiene lo averiguaré y lo agregaré luego, en este lugar tocó agua por primera vez.
Me acompañaron, peces, aves y para alegrarme mas la tarde, unas nutrias.







Luego del primer arroyo, me dirigí al arroyo Pehuajó, sobre el camino Rojas. Un camino vecinal enripiado.


Da gusto remar en estas aguas, muy cristalinas.




Hacía mucho que no me encontraba con una bandada de patos sirirí.








Tiene lugares muy bonitos este arroyo, sus aromas me recordaron al arroyo El Sauce, uno que frecuentábamos cuando era niño y que pronto regresaré a visitar después de casi veinte años, ahí el Machito será la nave ideal.







Una vértebra encontrada en el lecho del arroyo, en una zona muy playa donde corre mucho y está llena de huesos, cucharas del agua y arena.




Terminando el paseo, ha sido una experiencia muy grata, el bote muy bueno y el paisaje bellísimo.


Arroyo Pehuajó, puente del camino Rojas, mucha vida, peces, nutrias, aves, distintos paisajes en sus costas y los mejores aromas.

5 comentarios:

Cristian Herrera dijo...

Felicitaciones por el MACHITO! seguramente es el que mas vas a disfrutar!
Voy ahablar con los amigos de acá aver si nos vamos un sabado a remar por tus pagos.

Un Abrazo. Cristian de Paraná

Yuyo dijo...

Gracias, Cristian. Cuando quieras vení, remamos un rato, lugares hay para todos los gustos.
Un abrazo

Jak (Jorge Alberto Krieger) dijo...

Hola Yuyo, felicitaciones por tu nuevo bote. Al igual que vos amo la naturaleza y el rio. El drama es que remo en el Paraná por Posadas y no tenemos costa accesible. Si tumbás, debés reingresar. tengo un single Baum y un Eladius quisquilloso (ambos 430) y quisiera conocer tu opinión acerca del meridien 430 pues tengo interés en comprarlo: estabilidad, velocidad, peso y precio. Creo que somos de la misma talla (57 años 180 cm 85 kg)
Un abrazo
Jorge de Posadas
jakrieger52@yahoo.com.ar

Yuyo dijo...

Hola Jorge, mirá, este bote es casi involcable, es ancho y bajo, conozco el Baun 430, mi hija y su novio tienen estos botes, y también los veo muy estables, el Eladius no lo conozco.
Este es un bote liviano, no se bien cuanto pesa pero es mas o menos como el Baun, lo que si, es mas bajo y de boca mucho mas grande, el aro es gigante, así que no tenés problema de ingreso, yo en el Baun debo hacerme finito hasta pasar el aro que es muy angosto.
El precio: cuesta 1500 pesos con el tambucho, sin el 1400. En este precio no entra pala, estas cuestan 200 pesos.
Es un lindo bote, está muy lindo, y por dentro está muy prolijo, no es como el Baun en el que parece que le metieron fibra y resina a empujones, este parece realizado con tela rovi, esta muy prolijo.
El asiento es muy cómodo.
Un abrazo, Yuyo
P/D: te llevo algunos kilitos, yo estoy en 105 kg.

Jak (Jorge Alberto Krieger) dijo...

Gracias Yuyo por tu respuesta, me sirvió para sacarme algunas duda. Voy a comunicarme con Meridien por los otros parámetros. Creo que sacrificaré el Baum (lo convertiré en plata) para comprarme el Meridien.
Un abrazo
P/D Te cuento que pesaba 92 kg cuando retomé el remo en el 2008. Bajé 7 kg. El sacrificio más grande fue disminuir la frecuencia cervecera.